“Esto
es calibre, esto es verdadero calibre…” fueron las palabras que mas recuerdo de
ese tipo. Creí que lo había mencionado en otras oportunidades, de hecho se lo
dije a los que vinieron antes que ustedes.
A
decir verdad, nunca pude comprender en profundidad porque se manejaba de esa
manera, con esas formas. Mas allá de todo, su aspecto, que por si a alguien le
interesa, era de lo mas común. Nada hacía pensar otra cosa que lo se veía a
simple vista, sin embargo algo mucho mas allá de la simple comprensión parecía
flotar alrededor de él.
Lo
ví en varias oportunidades, incluso lo conocí antes de verlo personalmente,
digamos que solo fue un escollo en el camino, nunca estuvo en los planes
originales.
Como
les dije, nada de mi tenía que ver con él, y las preguntas que tengan que
hacerme, creo que ya las respondí en su momento y con las personas que así lo
requirieron.
No
soy de escaparme de los problemas, pero tampoco los busco, si eso sirve para
que me pueda entender mejor, pues me alegro, y sino, ya nada puedo hacer.
Pasan
los años, y cada tanto aparece uno de ustedes, a veces mas jóvenes y nerviosos,
y otras mas viejos, cansados y descreídos de todo, lo puedo ver en sus ojos, en
sus expresiones.
No
pretendo desviar lo importante de su intervención, pero creanme que ya lo dije
todo. Nada queda de mi de aquel momento, aunque aún pago los costos de sus
especulaciones.
Es
verdad, lo conocí y lo vi en varias oportunidades en el último tiempo, incluso
frecuente su ámbito, lo cual no fue nada fácil para mi, ya que crecí con otras
costumbres y con otros sueños.
Su
problema, entre muchos que tenía, era haber estado en el momento justo en el
lugar equivocado. Nadie podría culparme de eso, a nadie se le puede echar culpa
del destino, y a nadie se le ocurriría poner en duda, juzgar o castigar la
casualidad y lo azaroso del mundo.
Si
tuviera que mirar atrás y pensar cuales fueron los factores que desencadenaron
esto, sinceramente no los podría encontrar, como dije, fue el lugar equivocado.
Me
gustaría poder aclarar un sinfín de problemas que esto me trajo. Nadie en tanto
tiempo pudo darme aunque más no fuese una palabra de tranquilidad, ¿quién puede
acaso decirme a mi lo que es recordar eso?
¿Si
pienso si lo merecía? La verdad no lo se, trato de no pensarlo, mi cabeza esta
en tantas partes que logro distrarme con facilidad, pienso que no me
corresponde juzgar si lo merecía o no, ¿acaso yo merezco esto?
La
verdad que mas allá de lo que sus mentes puedan llegar a elucubrar, los motivos
fueron mas sencillos y mas comunes de los que la gente espera.
En
algún momento pensé en serles útil, tal vez tratando de recordar algo mas que
hubiere omitido aquellas varias primeras veces que me preguntaban sobre lo
mismo, incluso pasaba días haciendo una retrospectiva de mi propia vida,
revisando una y otra vez, viendo los errores, una y otra y otra vez...
Hace
ya tanto tiempo que ustedes esperan respuestas de mi que no tengo,
¿hace
cuanto que depositaron sus dudas y vagancia en mis certezas?
Hace
ya mucho que no encuentro una explicación que los satisfaga.
Hay
epocas del año donde todo esta tranquilo, los vecinos nos saludamos y nos
respetamos, nos cuidamos unos o otros, como una comunidad que somos, los chicos
juegan en las calles, sus madres los miran desde las ventanas, todo parece en
armonía, pero no para mi, siempre hay alguno de ustedes merodeando por mi casa.
No
voy a negarlo, estoy armado para afrontar lo que sea necesario. Si todavía
mantengo la tranquilidad y la calma en mi relato, es porque ya pase por la
tempestad y nada encontré ahí.
Como
les dije, si tuviera algo para decirles, ya lo hubiese hecho hace mucho tiempo
atrás, y no tendría que estar pasando por este momento en el cual me estoy
incomodando cada vez más.
“Esto
es calibre, esto es verdadero calibre…” se los dije mil veces, y lo dire miles
mas si es necesario, es lo que mas recuerdo de él, si acaso eso sirviese para
algo…
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