Imagenes y textos que nos ayuden a comprender la correcta escala de las cosas.
28 abr 2011
(...) Un ejemplo, que nuestros académicos podrían imitar, es el de la Universidad de la República Oriental del Uruguay, que desde hace 65 años obliga a sus estudiantes de arquitectura a realizar un viaje de estudios de nueve meses de duración por los cinco continentes, como exigencia ineludible para recibir el tan preciado título universitario.
Es una universidad pública y gratuita, y la forma de solventar este costoso viaje se sustenta en un principio básico: la solidaridad. Los alumnos del penúltimo y antepenúltimo año de la carrera deben vender rifas, y con ese dinero realizan su viaje los alumnos del curso superior.
Este mecanismo permite que año a año cientos de estudiantes de arquitectura partan rumbo a las Américas, Europa, Asia, Africa y Oceanía a ver arquitectura, de la patrimonial y de la contemporánea, y así puedan apreciar con sus propios ojos las mejores expresiones del arte de construir, y vuelvan a su país para terminar sus estudios. Para ello, deben desarrollar de principio a fin un proyecto arquitectónico completo, y demostrar que pueden aplicar con solvencia lo que han estudiado y observado.
Jorge Cafrune, fue un argentino, cantante folclórico, también incansable investigador, recopilador y difusor de la cultura nativa por lo que pude enterarme. Hijo de inmigrantes del Líbano y Siria; creador de Zamba de mi esperanza.
Cafrune era más peligroso con una guitarra que un ejército con armas según dijera López Rega.
Leí que hacía tiempo Jorge le había pedido a Facundo Cabral con quien frecuentaba, que le compusiera un tema, y la promesa no se cumplía. Esa noche, Jorge le vuelve a pedir el tema, y Facundo toma la guitarra y comienza "No soy de aquí, no soy de allá..." La cantó entera, improvisada, de la nada.
Al otro día, Jorge pide la letra, y Facundo dice, en medio de la resaca, que no recuerda nada. Por fortuna, alguien que estaba allí grabó la canción en una grabadora casera.
Sinceramente no conozco la veracidad de la historia, aunque he tratado de chequearla por varios lados. En uno de esos tantos pueblitos que recorrió fue donde conoció y promovió a un joven cantor llamado José Larralde; en 1965 en Cosquín, sin conocimiento de la organización presentó a una cantante tucumana llamada Mercedes Sosa.
La madrugada del 31 de enero de 1978, cuando marchaba a caballo rumbo a Yapeyú para depositar un cofre con tierra de Bolougne Sur Mer en homenaje al general Jose de San Martín, el folklorista Jorge Cafrune fue atropellado por una camioneta. Quedó demasiadas horas tirado en la ruta con las costillas incrustadas en los pulmones, y al día siguiente falleció. A la camioneta y a su conductor se los tragó la noche: sólo pudo saberse un nombre (Héctor) susurrado por los habitantes de Benavídez. Acá les transcribo la letra que nos convoca
NO SOY DE AQUI NI SOY DE ALLÁ (Facundo Cabral)
(Versión de Jorge Cafrune)
Me gusta el sol, Alicia y las palomas,
el buen cigarro y las malas señoras,
saltar paredes y abrir las ventanas,
y cuando llora una mujer.
Me gusta el vino tanto como las flores,
y los conejos, pero no los tractores,
y el pan casero y la voz de Dolores,
y el mar mojándome los pies.
No soy de aquí..., ni soy de allá,
no tengo edad, ni porvenir,
y ser feliz es mi color de identidad.
Me gusta estar tirado siempre en la arena,
en mi matungo perseguir a Manuela,
o todo el tiempo para ver las estrellas,
con la María en el trigal.
No soy de aquí..., ni soy de allá,
no tengo edad, ni porvenir,
y ser feliz es mi color de identidad.
"En esto que se suele llamar artístico, hay dos formas de concebir la vida: el hombre que piensa en la farándula, en la fama, en el brillo, en la creencia de que es un hombre extranormal , y nosotros, que somos del campo, que nos gusta cantar, andar por los pueblos, analizar la vida."
Caminar por la ciudad que habitamos, en este caso Buenos Aires, es una experiencia placentera y gratificante que ya he tomando como costumbre a lo largo de los años. El tiempo genera mutaciones constantes y nuevas miradas sobre la existente; la ciudad se va formando y transformando una y otra vez con nuestra participación activa, inconciente.
Esta regular actividad me llevó a registrar mediante imágenes y textos lo que simplemente estaba ahí, esperando para ser observado, analizado. Detenerse y rever lo que esta ahí, lo que ya fue pensado por alguien, ahora es reflexionado por el otro, asimilándolo y acomodándolo para luego devolverlo otra vez.
Acá les acerco algunas imágenes de la serie "Buenos Aires a pie".
Son bienvenidas sus aproximaciones de todo tipo.
“En ese punto en que no se cubren mutuamente lo que hay, lo que se percibe y lo que significa, los arquitectos debemos implantar un objeto que llene de conexiones de sentido a lo que hay, lo que se siente y lo que significa”.
Concebimos al hombre nuevo, como aquel hombre capaz de transformarse a sí mismo, de apropiarse de forma dialéctica de valores nuevos, de interpretar y transformar la realidad, al tiempo que se enriquece su propia esencia. Un hombre que pueda auto valorarse deliberadamente como sujeto y objeto del desarrollo; un hombre que sólo puede ser alcanzable cuando desaparezcan todas las formas de enajenación social, en primer lugar las económicas. Karl Marx
En uno de sus escritos más conocidos el profesor Tomás Maldonado se pregunta qué respondería un transeúnte elegido al azar en las calles de Nueva York a la pregunta “¿Usted cree que un edificio es un texto?”. La respuesta varía si la persona indagada es un ciudadano común, a si es, por casualidad, un arquitecto. El transeúnte común buscará la cámara escondida que lo esté burlando. El arquitecto responderá afirmativamente, sin dudarlo un instante. Resume Maldonado: “Al fin de cuentas, frente a un edificio se está en condiciones de elegir un particular itinerario perceptivo. Y donde hay un itinerario, o sucesiones de experiencias perceptivas, es lícito, siempre en sentido metafórico, hablar de lectura.” El escrito es posterior a los años setenta, en el camino había nacido la semiología aplicada al diseño.
La arquitectura es una forma de lenguaje que se entiende estudiándola como se estudia literatura. Según el momento histórico se ajusta más o menos a reglas de composición, intenta articular un discurso y está armada de palabras posibles de decodificar. A veces el discurso es tan estricto, tiene reglas tan firmes, que se parece a un cuento. La mayoría de las veces se rige por la poética
una cosa lleva a la otra y la otra a la de mas allá, llegué a esto, lo comparto, esta extraído de wikipedia. Interesante.
Cadáver exquisito es una técnica por medio de la cual se ensamblan colectivamente un conjunto de palabras o imágenes; el resultado es conocido como un cadáver exquisito o cadavre exquis en francés. Es una técnica usada por los surrealistas en 1925, y se basa en un viejo juego de mesa llamado "consecuencias"[cita requerida] en el cual los jugadores escribían por turno en una hoja de papel, la doblaban para cubrir parte de la escritura, y después la pasaban al siguiente jugador para otra colaboración.
El cadáver exquisito se juega entre un grupo de personas que escriben o dibujan una composición en secuencia. Cada persona sólo puede ver el final de lo que escribió el jugador anterior. El nombre se deriva de una frase que surgió cuando fue jugado por primera vez en francés: « Le cadavre - exquis - boira - le vin - nouveau » (El cadáver exquisito beberá el vino nuevo). En resumidas cuentas se combinan cosas de una idea agregando elementos que pueden o no pertenecer a la realidad. Los teóricos y asiduos al juego (en un principio, Robert Desnos, Paul Éluard, André Bretón y Tristan Tzara) sostenían que la creación, en especial la poética, debe ser anónima y grupal, intuitiva, espontánea, lúdica y en lo posible automática. De hecho, muchos de estos ejercicios se llevaron a cabo bajo la influencia de sustancias que inducían estados de semiinconsciencia o durante experiencias hipnóticas.
Neruda y Lorca los llamaron poemas al alimón; Nicanor Parra y Huidobro, quebrantahuesos (Junto a Parra, Enrique Lihn y Jodorowsky hicieron una exposición denominada "el quebrantahuesos"
Nicolas Calas –vanguardista suizo- sostenía que un cadáver exquisito tiene la facultad de revelar la realidad inconsciente del grupo que lo ha creado, en concreto los aspectos no verbalizados de la angustia y el deseo de sus miembros, en relación con las dinámicas de posicionamiento afectivo dentro del mismo. Ernst observó que el juego funciona como un 'barómetro' de los contagios intelectuales dentro de un círculo de creadores.
Decía Rulfo que no existen más que tres temas básicos: el amor, la vida y la muerte: para captar su desarrollo normal, hay que saber cómo tratarlos, qué forma darles, sin repetir lo que han dicho otros. En tanto metabolismo continuado de anteriores lecturas, podría considerarse si la literatura no es en sí misma un gran cadáver exquisito a partir de temas y preocupaciones bastante simples.